Antonio López García nace en Campofrío, Huelva, en el año 1964, donde, aparte de su trabajo, desempeña desde hace años el cargo de Juez de Paz. Su gran afición siempre ha sido la lectura. Se incorporó al mundo literario en el año 2014, formando parte de Iniciativa Cultural, consiguiendo demostrar con el libro Campofrío, la plaza de toros más antigua de España, que el coso taurino construido en su localidad el año 1716 es el que ostenta dicho título. Más tarde, ya en solitario, con su primera novela, Nuestro pan cotidiano, dánoslo hoy, conmemoró otro episodio importante llevado a cabo por sus paisanos a finales del mismo siglo.
Las consecuencias de un trágico accidente de camión y lo acontecido en el transcurso de la Guerra Civil española en su localidad natal inundaron al lector de inmensos recuerdos con la publicación que vino a continuación, Algunos lo lograron.
Antonio considera fundamental recuperar la memoria con respeto y humanidad para asentar un futuro en paz. Un libro es un instrumento creado por el hombre para hacerte libre. Libre de la ignorancia. Y es una lástima que quien se atreve con lo difícil, como el autor acostumbra, sepa que se arriesga a complicarse la vida.
En su tercera obra, Melétios, el protagonista de esta, Francisco Camacho, emprende el plan de hacerse pasar por un obispo griego. Ni los nombres y apellidos de los cargos honoríficos ni los lugares que ocupan son invención, estando basada esta historia en documentación fiable.
Sus escritos pretenden trasladar al lector a otras épocas, conseguir que sea testigo del pasado con sus propios ojos. Quizá sea un tópico afirmar que la novela histórica ni es historia ni es novela, porque el autor sitúa a sus protagonistas en un tiempo y un espacio convenidos. Pero, sin embargo, posee la virtud de poder dar a conocer a personas célebres da la historia.
Su último trabajo ha sido Dilogía Magistra, recreada en la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del XX. Su primer volumen, Luz entre rejas, fue publicado en 2022. Empeñado en destapar las vergüenzas del ser humano, sostiene a lo largo de la dilogía que educar es más difícil que enseñar, porque para enseñar se precisa saber, pero para educar se precisa ser. A través del segundo volumen de la dilogía, Antonio se muestra como fiel defensor de que la falta de cultura trae consigo ignorancia y carencia de derechos. Sororidad anhelada vio la luz en 2024.
Es su pretensión conectar con el lector a través de la originalidad en las representaciones y de la humanidad que concede a sus personajes, en un intento por convertir sus obras en verdaderas reflexiones sobre la libertad, el amor y la verdad. Frecuentemente es invitado por ello a las Ferias del Libro de Madrid y Sevilla.